El tercer nivel del ser humano es el de la vida espiritual. Todas las religiones e instituciones filosóficas, espirituales, teosóficas hablan de la VIDA ESPIRITUAL. En cientos de foros de Internet se habla de la vida espiritual.
¿Qué es esto de lo que tanto se habla y tan poco se practica? Muchos creemos que la vida espiritual se limita solamente a ir a un recinto como una iglesia a rezar.
Schoenstatt, escribió la doctrina de la “santidad de la vida diaria”. Esta es una forma de piedad laical llamada a dar luz al mundo a cristianos activos que vivan en sus familias y en la sociedad de acuerdo al mensaje evangélico. Se trata, en definitiva, de la redención del mundo en todos sus ámbitos.
La espiritualidad de Schoenstatt estuvo marcada desde el prinicipio por un realismo sencillo, buscando superar una religiosidad puesta por las nubes o sólo practicable y practicada en nichos protegidos. La vida diaria, los deberes cotidianos en la familia, en el colegio o en la universidad, en los lugares de trabajo y en el convivir con los demás, no son un obstaculo para la santidad, sino al contrario: el lugar para vivirla y crecer en ella.
Esto exige a los que siguen esta espiritualidad a no dejar su fe y sus convicciones cristianas en la puerta de las empresas, de los parlamentos y universidades, sino vivirlas en una verdadera santidad de la vida diaria.
Cuando tú le preparas un cafe a tu esposo/a, sin que el/ella te lo haya pedido, porque la amas, eso es vida espiritual. Cuando tu miras con amor al que va sentado frente a ti en la consulta del medico, porque te acabas de dar cuenta de que es una persona como tú que nació en este mundo como tú, y que vino a realizar lo mismo que tú, eso es vida espiritual. Cuando tú quieres volverte consciente de cada cosa que haces, para no engañarte ni engañar, para ser sincero, y vivir despierto, eso es vida espiritual. Elegir perdonar cuando hay motivos para el odio, elegir tener fe cuando la situación es desesperada, elegir la paciencia cuando estamos consumidos por la furia, eso es vida espiritual. Cuando en tu trabajo te das cuenta de que siempre que alguien no está presente se lo critica, e irrumpes para pedir que nos dejemos de hablar de terceros y nos ocupemos de nosotros mismos, eso es vida espiritual.
Cuando oras o ruegas o trabajas para que personas que ni conoces hallen la dicha y la paz, eso es vida espiritual. Cuando no limitas tu vida a quejarte de lo que te sucede y de como vives, y te pones en marcha aún sin saber lo que pasará, pero lo haces con fe, eso es vida espiritual. Cuando haces lo que te corresponde sin delegarlo o echar culpas o lamentarte, eso es vida espiritual. Buscar la armonÃa interior, estar en armonÃa con los otros y con la naturaleza toda. Ser un estandarte de paz sin que por ello haya que tolerar la injusticia. Escuchar el doble de lo que se habla y cultivar el silencio tanto como sea posible, eso es vida espiritual.
En estos cuatro programas hemos aprendido como crecemos, como maduramos, y como nos preparamos para ir al encuentro del Padre completando asi nuestro ciclo de vida.