Solo si vamos al mero principio de las relaciones padres-hijos podremos encontrar lo que constituye la piedra angular del desarrollo armonico y equilibrado del ser humano.
Cuando al momento de nacer el obstetra, o la enfermera, o la comadrona, corta el cordón umbilical del recien nacido la intensa relacion fÃsica entre el niño y su madre termina y comienza a desarrollarse una relación emocional y psicológica entre ambos que va a ser la piedra angular del equilibrio psico-social de la nueva criatura.
De la misma forma que la intensa relación fisica proveÃa todo lo que el niño necesitaba en el utero de su madre para que éste pudiera sobrevivir, puede considerarse que esta segunda e intensa forma de relación va a proveer el cimiento psicológico que el niño necesita para sobrevivir en el medio ambiente psico-socio-cultural y social que va a constituir su nuevo entorno. Es importante que demos el énfasis necesario al hecho de que esta llamada piedra angular a partir de la cual se desarrollan nuestras personalidades solamente puede llevar a cabo su importante función si entre el niño y y los adultos significativos que le rodean establecen con él interacciones emocionales que iran dando sentido a su nueva personalidad en formación.
Los estudios relacionados con este concepto y con la importancia que tienen las intensas relaciones emocionales y psicológicas entre padres e hijos se iniciaron en los años 50s. Esa relacion emocional significativa que se crea entre el niño y la figura adulta que se ocupa de darle el cuidado necesario para que pueda sobrevivir constituye para el niño la fuente de seguridad desde la que empieza a mirar a su alrededor, a explorar su medio ambiente y a conocer la realidad objetiva. La certeza de que esta persona, generalmente la mamá, esta ahi para el o para ella es tambien el punto de apoyo para el niño no solo cuando se siente bien, sino más importante aun, cuando el niño o la niña esta disgustado o disgustada o cuando se siente mal fÃsica o emocionalmente.
Muchas investigaciones llevadas a cabo por miembros de la comunidad de salud mental han encontrado correlaciones entre una sana y segura relación emocional entre el recién nacido y su madre y el futuro desarrollo psicológico y social del niño. Por ejemplo, un psicólogo de apellido Sroufe del Instituto de Desarrollo del Niño de la Universidad de Minnesota estudió un grupo de 180 niños por varios años. Estos eran niños que estaban expuestos a muchas más tensiones en sus vidas que sus contemporáneos y que tenÃan mucho menos apoyo social/familiar que el resto de los niños. El psicólogo comenzó su estudio antes de que ellos nacieran y encontró que aun cuando estos niños vivian vidas muy inestables, si ellos habian desarrollado una intensa relación emocional con sus madres a partir del momento de sus nacimientos ellos tenÃan más probabilidades de desarrollarse como adolescentes seguros de sà mismos, tenian menos probabilidades de desarrollar enfermedades mentales, eran capaces de disfrutar de buenas relaciones interpersonas con sus compañeros de escuela y generalmente eran los que hacian major académicamente. Es decir que las buenas relaciones emocionales madre-hijos a partir del momento de nacimiento de los niños afecta el sentido de seguridad y la actitud del niño para enfrentar la vida y sus problemas.
Ustedes se preguntaran por qué estoy haciendo énfasis en esta relación y por qué la he llamado la piedra angular del desarrollo de nuestra personalidad para que sea estable, segura, y exitosa. Creo que a nadie se le escapa el hecho de que gran parte de nuestros adolescentes y jóvenes viven situaciones muy dificiles en sus escuelas y vecindarios. Tampoco creo que sea un secreto que por pertenecer la comunidad hispana al llamado grupo minoritario de nuestra sociedad, nosotros y nuestros hijos estan expuestos a situaciones inestables y con mas tensión que muchos de sus compañeros de lamisma edad. Aplicando lo descrito anteriormente a nuestra situación, podemos decir que ser minoria, que ser immigrante, que ser pobre… no es sinónimo de tener problemas emocionales, de ser inseguro y de no alcanzar el exito en la vida. Si desde antes de nacer, los padres aceptan incondicionalmente al fruto de su unión, si desde el momento en que ellos nacen los padres, la madre, o a lo menos una figura significativa los cuida amorosamente y cubre sus necesidades emocionales y fisiológicas con dedicación y con ternura.. el niño crecerá sano psicológicamente y podrá crecer siendo y sintiéndose dueño de su vida y de sus decisiones.
Una vez mas vemos que del hogar surge el equilibro psicológico de nuestros hijos. Y si hemos sido padres que por circumstancias ajenas a nuestra voluntad crecimos un poco a la deriva al cuidado de todos y de nadie al mismo tiempo.. esta presentación les mostrará el por qué de sus inseguridades y dificultades y les invitara a decir la frase que dicen cuando sale el torero más importante al ruedo durante la corrida “el toro se vence aquiâ€. La incertidumbre se termina aqui. Y responsablemente les invoto a asumir el papel de padres, sabiendo que tenemos el destino de nuestros hijos en nuestras manos, que nuestra actitud puede y va a cambiarlo todo… si pensamos menos en nosotros y mas en ellos. La mente infantil es maleable y responde positiva y fácilmente cuando es parte de una relación estable amorosa.
En conclusión, “la calidad de las relaciones padres-hijos va a ser la influencia más profunda y determinante en el desarrollo emocional de estos. Su vulnerabilidad a la frustración, su nivel de agresividad y de hostilidad, su ansiedad, su sentido de desamparo y de desesperanza, y la forma en que ellos enfrentan las situaciones limites para el resto de sus vidas va a depender de estas relacionesâ€.