Prólogo

Este libro es mi autobiografía. A través de los diferentes capítulos me presentaré viajando a través del tiempo y el espacio llevando no solo mi composición genética sino también la huella de todos los que han tocado mi historia personal durante sus diferentes momentos.

Mientras viajaba, pasé por momentos críticos, aquellos donde para seguir mi camino en la vida tuve que dejar todo atrás. A los siete años, dejé mi hogar en el campo y fui a vivir—durante diez meses al año, por los siguientes diez años—en un internado para niñas en la capital. A los veintiún años, dejé a un lado mi vida social y profesional para convertirme en una ministra laica católica en un instituto secular. En 1980, a los cuarenta y dos años, mi familia y yo emigramos de mi país de origen, Cuba, a los Estados Unidos donde nos convertimos en exiliados políticos. Y a los sesenta y siete años, mi esposo y yo regalamos todas las posesiones que habíamos acumulado después de nuestra inmigración a los Estados Unidos, vendimos nuestra casa, y nos fuimos a Florida para nuestra jubilación. En todas y cada una de esas oportunidades, solo me llevé conmigo mis recuerdos y experiencias personales. Solo lo que yo era. Y desde solo lo que yo era, comencé a ser de nuevo hasta quien soy hoy.

Como todo ser humano, a lo largo de mis setenta y dos años de vida he pasado por transiciones y por crisis severas. En esta autobiografía discuto algunas de ellas. Como el impacto en mi país de origen y en mi familia de los cambios socioeconómicos y culturales drásticos que comenzaron el 1 de enero de 1959; o el desafío de vivir durante nueve años como una ministra laica católica consagrada en una sociedad fuertemente adoctrinada por el gobierno cubano con su filosofía atea marxista-leninista; o casarme con un ex-preso político y tratar de criar a nuestro hijo durante seis años y medio con un conjunto de valores diferentes a los del sistema sociopolítico; o a los cuarenta y dos años dejar Cuba y convertirme en una profesional inmigrante que tuvo que aprender no solo un nuevo idioma sino también cursos académicos para que mi conocimiento y experiencia profesional previa pudiera volverse significativa y productiva en los Estados Unidos.

En los capítulos que siguen, describo mis períodos de confusión, mis períodos de soledad, mis períodos de depresión, y mis períodos de ira. Relato mis esfuerzos para superar la soledad, mis esfuerzos para encontrar una razón para luchar, y mis esfuerzos para convertirme en quien soy.

Sin duda que el proceso de escribir esta autobiografía ha traído un regalo valioso a mi vida. Al mirar hacia atrás, he llorado lágrimas reprimidas; he sanado mis heridas psicológicas y espirituales, dolores y angustias, y he dado cierre a muchos asuntos sin resolver.

Finalmente, este libro me ha ayudado a unir mis diferentes etapas del ego y componentes—no como una suma sino como un todo integrado donde todos y cada uno de ellos encajan fácilmente uno con otro para dar un retrato perfecto y significativo de mi verdadero ser.

Febrero, 2011.