El PROPOSITO de este programa de formación es ofrecer a los miembros del Ministerio de Vida Familiar de la comunidad Hispana de la Iglesia del SantÃsimo Nombre de Jesús el conocimiento y entrenamaiento necesario para que puedan dar un apoyo efectivo a todos los miembros de la Tercera Edad de la parroquia.
Con este fin se brindarán clases sobre las necesidades espirituales, sociales, emocionales y fisicas de las personas de la Tercera edad asi como el significado y proposito de sus vidas no solo para ellos mismos sino para su familia, su grupo social y su comunidad de fe.
Además, este programa proveerá las habilidades a los miembros del Ministerio de Vida Familiar para que puedan dar ayuda y cuidado a los miembros de la Tercera Edad de la comunidad y a sus familias durante tiempos de enfermedad, muerte y duelo.
LAS BASES TEORICAS Y PASTORALES DEL PROGRRAMA SON:
1.- El modelo de desarrollo psico-social de Carl Jung (1955)
C. Jung divide la vida de la persona en cuatro etapas de desarrollo: infancia, juventud, madurez y tercera edad. En las dos primeras etapas el ser humano está orientado hacia la sociedad: para conocerla, aprender a vivir en ella y dar una respuesta en la misma. En las dos últimas etapas –madurez y tercera edad- la persona se vuelve hacia su interior, y comienza a cuidar de la parte que generalmente ha sido más descuidada, su vida espiritual. De forma tal, que todos los exitos ligrados en la la juventud comienzan a tener “su justo valor†y se comienza un proceso de encuentro consigo mismo y con su razón de ser y de existir. Comienza asà a iluminar su vida y a cuidar de sus necesidades espirituales.
2.- Todos los escritos que tienen que ver con los miembros de la tercera edad dan una gran importancia a la religion y al cuidado espiritual de los mismos. Muchos estudios y articulos recientes sugieren que el cuidado religioso y espiritual de las personas de la tercera edad tiene un gran impacto en que éstan se sientan peans, realizadas y con major salud fÃsica.
Esto se debe fundamentalmente a que el cuidado pastoral de las personas de la Tercera edad les ayuda en su proceso de encontrar un sentido y un propósito a sus vidas, sin contar con el beneficio que se deriva de que estas personas participen en grupos de apoyo encaminados a su desarrollo espiritual –grupos de oración, grupos de estudios bÃblicos, ritos espirituales y meditaciones (Marche, 2006). Para todos Este apoyo espiritual es imprescindible cuando se pasa por el proceso de aceptar las limitaciones y los achaques propios del dolor crónico, la dependencia de otros, la soledad.
3.- El magisterio de la Iglesia ha definido la importancia de las personas de la Tercera Edad dentro de la familia, de la sociedad y la comunidad de fe. Recientemente, el Papa Juan Pablo II en su Exhortación Aposteolica Familiares Consortio (27) plantea que existen culturas donde se tiene una verdadera veneración y amor por los ancianos. Desgraciamente, existen otras culturas que les separan de la familia o que les ven solo como personas inservibles que ocasionan gastos y trabajos a las generaciones mas jovenes. Es de vital importancia que los ancianos continuen presentes en la vida familiar, que tomen parte activa y resposable dentro de ella, sin que por eso la nueva familia pierda su autonomÃa y respeto por sà mismos. No podemos olvidar que los ncianos tienen la importante misión de haber sido testigos del pasado y ser una inagotable fuente de sabidurÃa para los más jeovenes y para el futuro. La actividad pastoral de la Iglesia debe ayudar a que cada anciano descubra y haga buen uso del papel que tienen los ancianos dentro de la comunidad social y ecclesial pero particularmente dentro de la familia.
De hecho, ‘LA VIDA DE LOS ANCIANOS CONTRIBUYE A CLARIFICAR LA ESCALA DE VALORES HUMANOS, MUESTRA LA CONTINUIDAD DE LAS GENERACIONES Y MARAVILLOSAMENTE DEMUESTRA LA INTERDEPENDENCIA ENTRE LOS HIJOS DE DIOSâ€.